Nuestro Colegio recibe su nombre, identidad y filosofía de este gran santo, filósofo y padre de la Iglesia que nació en el año 354 en Tagaste, norte de África. Un hombre de una gran convicción y entereza, convicción que le permitió acercarse y ahondar en las letras llegando a ser profesor en Roma y Milán. Sus excelentes cualidades literarias y, sobre todo, sus oratorias eran bien conocidas por todos.
Su búsqueda constante por la verdad lo acercó al estudio de la filosofía y la teología y aun sintiéndose realizado en su desempeño profesional, la constante búsqueda e insatisfacción por el sentido de la vida lo conducen. Agustín, además de ser un predicador famoso de la palabra de Dios, se convierte en un escritor extraordinario y, al mismo tiempo, en un luchador contra los errores o herejías que aparecen en la iglesia africana.